Mientras muchas iglesias alrededor del mundo estaban celebrando la Navidad, los cristianos en algunos lugares de Filipinas simplemente estaban agradecidos de estar vivos. El pastor Jay Rosales de Glorious Gospel Church (Iglesia Evangélica Gloriosa) en la ciudad de Iligan, Mindanao, informó que él y su familia estuvieron justo en medio de la inundación repentina que cobró más de mil vidas.
El pastor Rosales indica que 12 miembros de su iglesia perdieron la vida, y con respecto a su iglesia: "Fue totalmente arrasada".
Rosales está preocupado por el futuro de su iglesia: "El gobierno ya no nos permitirá reconstruir en ese lugar. Nuestro problema hoy es dónde vamos a poner nuestra iglesia porque en realidad no tenemos el dinero para construir un templo. En segundo lugar, conseguir un lugar en la ciudad desría demasiado caro".
Rosales infomra que 30 familias de la iglesia han sido desplazadas. La ayuda está llegando muy lentamente a la región.
La cifra de muertos en Filipinas por uno de los peores desastres natrales del país en dos décadas se ha elevado a 1.249, con unos 1.000 desaparecidos, informaron el lunes autoridades de emergencias.
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