A 35 años del último conato militar que interrumpió el orden democrático en la Argentina, desde ACIERA volvemos una vez más a reafirmar con toda contundencia: NUNCA MÁS.
Con esta expresión tan cara al sentir nacional argentino, deseamos significar que como sociedad no deberemos permitir nunca más una interrupción al orden democrático. Pero también, deseamos expresar la necesidad de cerrar todas las heridas que tan desdichados acontecimientos generaron en tantos ciudadanos/as y hermanos/as.
La búsqueda de Justicia hasta las últimas instancias es indispensable, a fin de borrar cualquier vestigio de impunidad. Tanto de los crímenes de lesa humanidad cometidos desde quienes encararon la violencia a través del estado, como los de aquellos que encararon su violencia desde la clandestinidad. Hasta hoy, víctimas directas y familiares lamentan hechos atroces que dejaron huellas profundas en sus vidas. Por eso el esclarecimiento objetivo, justo y definitivo será el primer paso para el inicio de la sanidad de aquel dolor.
La Verdad, trae asimismo consigo aparejada la libertad de las ataduras del pasado. Esta verdad nunca puede ser unilateral, como tampoco tiene dueños absolutos. Como sociedad debemos construir una honesta recopilación de todos los acontecimientos de la historia, tanto a nivel individual como así también como comunidad. A fin de aprender de los errores del pasado y enfocarnos en un futuro venturoso y nutrido de la sabiduría que aporta la experiencia.
Por último, el perdón y la reconciliación son virtudes de los individuos y las sociedades que gestan un futuro de paz, prosperidad y progreso. Perdonar no significa perder la memoria, sino más bien obtener el mejor beneficio de ella. Quien perdona, encuentra el camino de la sanidad. Y la reconciliación es la acción de aquellos que logran superar lo que queda atrás, para encarar el porvenir con las mejores fuerzas y energías.
De la Justicia, la Verdad, la Memoria, el Perdón y la Reconciliación, surge la unidad nacional. Y hoy más que nunca, los argentinos debemos abocarnos a forjar juntos la mejor nación posible, unidos aun en la diversidad que nos caracteriza.
Nuestro Señor Jesucristo fue en sí mismo esencia y portador de la Justicia (Salmo 119:142), de la Verdad (Juan 14:6), de la Memoria (Proverbios 10:7), del Perdón (Nehemías 9:17) y de la Reconciliación (Colosenses 1:19 y 20).
Desde ACIERA proclamamos estos valores, que requieren sin duda de un compromiso y sacrificio para su implementación cotidiana, para lo cual invocamos la ayuda de nuestro Dios, fuente de toda razón y justicia.
| Lic. Gastón Bruno |
Pr. Rubén Proietti |
ACIERA
Bs. As., 24/03/2011
oficina@aciera.org
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