Los ríos de Haití crecieron peligrosamente mientras las tormenta tropical Emily golpeó a esta nación propensa a los desastres. Podía haber sido mucho peor.
Ron Sparks de Baptist Haiti Mission (Misión Bautista Haitiana) es prudentemente optimista, aunque la preocupación permanece: "Haití es tan vulnerable a las inundaciones porque muchos de los árboles han sido talados para hacer leña, carbón vegetal y para cocinar, por lo que no quedan muchos para prevenir los deslaves y las terribles inundaciones".
En combinación con la pobreza severa, no se necesita mucho para perturbar completamente el desarrollo de las vidas de las personas en la zona del terremoto.
El equipo reportó que no hubo daños de la visita de Emily, sin embargo, Sparks asegura que es posible que el impacto podría sentirse cuando reciban la retroalimentación de sus socios evangelísticos.
"Queremos seguir orando por la seguridad de los misioneros y del pueblo haitiano también. Hay una amplia diversidad de condiciones geográficas en Haití, desde llanuras hasta las áreas montañosas, y así sucesivamente. Así que, dependiendo de las condiciones, las personas están sujetas a distintas amenazas".
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