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Según el fundador de El Buen Samaritano ´nos discriminan en las ayudas porque soy pastor evangélico y no católico´.
25 DE AGOSTO DE 2011, ESPAÑA
El fundador de la ONG considera como extremo de mala intención que Atención Social esté poniendo carteles en su fachada para que la gente vaya a otro sitio. Juan José Sánchez, fundador y máximo responsable del comedor social de El Buen Samaritano, aún no se cree que la labor que lleva haciendo desde hace catorce años en Cartagena toque a su fin y admite que salvo que ocurra un milagro, hoy será el último día que den de comer a los necesitados.
Desesperado, le cuesta morderse la lengua a la hora de explicar cómo han llegado a esta situación límite con una deuda de setenta mil euros. «No nos tratan igual que a otras instituciones. En Jesús Abandonado de Murcia no ocurren estas cosas. Y es que creo que nos discriminan a la hora de darnos ayudas porque yo soy pastor evangélico y no católico» subraya.
Sánchez dice que desde el Ayuntamiento de Cartagena y la Comunidad murciana han dado más ayudas a otras entidades promovidas por el catolicismo y que ellos siempre han sido un segundo plato, a pesar de que son los que dan de comer a más gente necesitada en la ciudad.
Sánchez asegura que nunca le preguntan a nadie por su raza o su religión cuando acuden a comer a El Buen Samaritano. «La solidaridad no entiende de credos ni de colores», comenta. No obstante, cree que las empresas de Cartagena se muestran reacias a la hora de colaborar con ellos, porque él no es católico. La Hospitalidad Santa Teresa tiene más de mil socios y nosotros catorce.
Además, considera de mal gusto el gesto del Ayuntamiento de colgar carteles en su fachada para derivar a la gente a la Hospitalidad. «Es como darños la puntilla», dijo.
Desesperado, le cuesta morderse la lengua a la hora de explicar cómo han llegado a esta situación límite con una deuda de setenta mil euros. «No nos tratan igual que a otras instituciones. En Jesús Abandonado de Murcia no ocurren estas cosas. Y es que creo que nos discriminan a la hora de darnos ayudas porque yo soy pastor evangélico y no católico» subraya.
Sánchez dice que desde el Ayuntamiento de Cartagena y la Comunidad murciana han dado más ayudas a otras entidades promovidas por el catolicismo y que ellos siempre han sido un segundo plato, a pesar de que son los que dan de comer a más gente necesitada en la ciudad.
Sánchez asegura que nunca le preguntan a nadie por su raza o su religión cuando acuden a comer a El Buen Samaritano. «La solidaridad no entiende de credos ni de colores», comenta. No obstante, cree que las empresas de Cartagena se muestran reacias a la hora de colaborar con ellos, porque él no es católico. La Hospitalidad Santa Teresa tiene más de mil socios y nosotros catorce.
Además, considera de mal gusto el gesto del Ayuntamiento de colgar carteles en su fachada para derivar a la gente a la Hospitalidad. «Es como darños la puntilla», dijo.
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