VIRGINIA BEACH, Virginia - Cerca de 250.000 hogares seguían sin electricidad el lunes, debido al increíble viento y agua del huracán Irene.
La tormenta cobró la vida de cuatro personas en Virginia, incluido un niño de 11 años de edad, quien murió cuando un árbol cayó en su casa el sábado.
Cuando Irene golpeó con toda su fuerza, las olas llegaban cerca del famoso paseo de Virginia Beach y las ráfagas de viento eran de 40 a 50 millas por hora.
Los vientos finalmente superaron los 60 mph, haciendo que el océano Atlántico pareciera una caldera hirviendo y quebrara árboles tanto jóvenes como mayores. Los fuertes vientos también tomaron el centro de Virginia Beach.
Calma luego de la tormenta
El sol reapareció el domingo, trayendo consigo el alivio de los vientos y la lluvia.
Esta fue una respuesta a la oración de muchas personas como el Pastor Ken Gerry de la New Life Christian Center que se había preparado para lo peor: "Dios intervino con esto. Estábamos rezando para que la tormenta se debilitara", dijo a CBN News.
Autoridades en el sureste de Virginia ordenaron a evacuar algunos barrios, entre ellos uno en Norfolk. Sin embargo, Irene sólo trajo inundaciones mínimo y daños menores.
Un equipo de voluntarios de Operación Bendición Internacional pasó parte de la mañana del domingo en la eliminación del árbol que cayó sobre un automóvil. Según reportes aún habían árboles caídos y escombros esparcidos en toda la región.
A pesar de la confusión, había alivio por parte de aquellos que se habían preparado para grandes daños: "Con la ayuda de Operación Bendición, lo que hacemos es rezar, creer y esperar lo mejor para nosotros. Esa es la respuesta a nuestras oraciones", dijo Jody-Herrington Gettys, director de Ayuda para Desastres de EE.UU.
Los turistas Virginia Beach, ahora deben volver a la actividad normal. Su diversión en el surf y la arena es lo que hace difícil creer que Irene fue una visitante reciente aquí.
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