Un pueblo en la isla de Bali, conocida como el paraíso tropical de Indonesia está experimentando una transformación total. Durante el último año se triplicó el número de turistas que visitan la isla.
Pero no solo las playas seducen a los turistas. Una aldea en particular también esta atrayendo muchas visitas, pues la llaman la nueva tierra prometida.
Todos los 250 hogares de Blimbing-Sari tienen una cruz balinesa colgada en sus puertas como símbolo de su fe cristiana.
Los pobladores alardean de que la aldea ha sido 100 por ciento cristiana desde 1939, cuando sus ancestros perseguidos recibieron esta tierra de parte del gobierno holandés.
Ketút Suyaga Ayub, pastor de la iglesia cristiana en Bali comenta: “La idea era poner a todos los cristianos en este lugar para que no hubiera más actividad cristiana en las aldeas. Este era un bosque peligroso, porque hay muchos mosquitos y serpientes y animales salvajes aquí. Pero los cristianos que llegaron - 39 familias al principio- se encontraron en un nuevo éxodo a la tierra prometida”.
Tierra prometida
El pastor Ayub dice que ellos les enseñan a los aldeanos los valores de trabajar duro y de descansar. Cada familia recibe dos hectáreas de terreno del gobierno para criar vacas. Aún a los niños del orfanato se les enseña el valor del trabajo.
“Estos nuevos cristianos tienen un espíritu fuerte en su vida. Entienden que es una tierra prometida debido a sus oraciones. Muchas veces la aldea fue nombrada como la mejor económica y espiritualmente y también un lugar libre de drogas y juegos de azar”, agrega.
El pastor cree que la fe de los aldeanos se mantiene fuerte porque siguen adorando como lo hicieron sus antepasados. Una vez al mes los cristianos en Blimbing-Sari adoran en la forma tradicional balinesa. Para ellos es importante preservar su cultura aún en la expresión de su fe.
“Todos tienen un sentido de ser balinés. Creamos nuevas canciones pero en el estilo de la cultura balinesa”.
Y al sentir el amor de Dios en la comunidad, los recién llegados que no son creyentes son atraídos al cristianismo. Uno de ellos es Giman, quien antes era musulmán: “Yo estaba enfermo y un aldeano ayudó para que me operaran. Vivo entre la gente cristiana. Me tratan bien y me ayudan mucho. Aprendí lo que es el cristianismo y creo en Jesús como mi Salvador personal”.
Niketút Sudarmiasi fue antes una hindú que estudió en el orfanato cristiano: “Cuando era hindú, yo no estaba segura de mi salvación, si al morir sería salva o no. Pero ahora que creo en Jesucristo, se que estaré con El en el cielo”.
Tal vez lo más asombroso es que este pueblo cristiano disfruta de una tasa de crimen de cero por ciento. Imade Sukabagia es el comisionado de Blimbing-Sari. “La gente de aquí es diligente, disciplinada, trabajadora y se aman uno al otro. Aprenden la manera cristiana de vivir y no toman, ni roban”, explica Sukabagia.
Hoy día, organizaciones privadas y gubernamentales acuden a Blimbing-Sari para aprender de su ejemplo. Pero no han logrado comprender la clave de su éxito, el cual es un conocimiento personal de Jesús El Salvador.
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