Un osario encontrado en Jerusalén contiene la inscripción «Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús» Es excepcional la referencia al hermano, que sólo sucede en dos de los cientos de sarcófagos de esa época encontrados, lo hace suponer que el «Jesús» al que se refiere tuvo que haber sido un personaje muy relevante en la época.
Un osario de caliza de poco más de 50 centímetros de largo puede convertirse en el primer objeto arqueológico que demuestre que Jesús de Nazaret fue un personaje histórico. El sarcófago, que forma parte de una colección privada y que ha sido datado en el año 63 después de Cristo, contiene una inscripción escrita en arameo en la que se puede leer «Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús», una frase que podría ser la primera referencia arqueológica sobre Jesús. André Lemaire, paleógrafo de la Universidad de la Sorbona, verificó la antigüedad de la urna gracias a los análisis del laboratorio geológico de Israel, que confirmó que la caliza de la que está hecha es de la zona de Jerusalén y que descartó la presencia de residuos modernos.
Para datar el hallazgo, los investigadores han tenido en cuenta también las peculiares formas de los caracteres arameos que forman la inscripción, dibujados con una inclinación que sólo se utilizó entre el año 10 antes de Cristo y el 70 D.C.
Este tipo de inscripciones eran frecuentes en las urnas funerarias que utilizaban los judíos precisamente en el período al que corresponde la caligrafía.
Mucho más excepcional es la referencia al hermano, algo que sólo sucede en dos de los cientos de sarcófagos de esa época encontrados, lo que ha llevado a suponer que el «Jesús» al que se refiere tuvo que haber sido un personaje muy relevante en la época.
Lemaire y su equipo llaman también la atención sobre la coincidencia de los nombres de la caja con los de tres personajes fundamentales en la historia del cristianismo.
Aunque todos eran muy comunes en la época, los investigadores sugieren que las probabilidades reducirían a veinte el número posible de «jacobos» que fueran hijos de José y hermanos de Jesús.
Y de esos veinte casi ninguno habría sido enterrado en un osario con inscripción, un honor reservado a los reyes y a las personas destacadas.
Son precisamente estos cálculos un tanto imprecisos los que han llevado a otros científicos a cuestionar la importancia del hallazgo.
LOS HERMANOS DE JESÚS
El investigador matiza que hay varias interpretaciones cristianas sobre la relación entre Santiago y Jesús.
Los protestantes afirman que Jesús tuvo hermanos de padre y madre, aunque esta maternidad fue posterior al alumbramiento de Jesús, ya que defienden que María dio a luz al redentor siendo virgen.
La Iglesia ortodoxa sostiene que Santiago fue hijo de José, pero de un anterior matrimonio.
Los católicos tienden a dar a la palabra hermano un sentido relativo, de parentesco: quizás Santiago fue un primo de Jesús.
Antes del hallazgo del osario, la más temprana mención de Jesús figuraba en un papiro griego. Sin embargo, para Hershel Shanks, editor de la Revista de Arqueología Bíblica en la que se dio cuenta de la investigación, «el osario de Santiago puede ser el más importante descubrimiento en la historia de la arqueología del Nuevo Testamento y tiene implicaciones para la comprensión global de la Biblia». El osario será exhibido en el Museo Real de Ontario de Toronto (Canadá) en noviembre del presente año.
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