Restricciones religiosas afectan a cristianos en Kazajistán

Un mes después de que dos leyes de la nueva religión entraran en vigor, los kazajos están empezando a sentir cada vez más estricta la presión de la legislación restrictiva.

Las leyes introducidas en octubre cubren una gran cantidad de tierra en un intento por parte del gobierno de erradicar el extremismo. Las nuevas restricciones impuestas van desde los reglamentos de inscripción para los grupos religiosos, a menos derechos de los niños involucrados en actividades religiosas, a la prohibición de las salas de oración en lugares públicos.

La prohibición de los cuartos de oración, en particular, ha causado una gran agitación. La agencia de noticias Forum 18 reporta que los cuartos de oración en los centros de salud han sido clausurados.

Joel Griffith, quien sirve con Slavic Gospel Association (Asociación Evangélica Eslava, SGA por sus siglas en inglés) explica: "Hemos visto las crecientes restricciones que se aplican, y que va en todos los ámbitos, desde lo que hemos visto no sólo las iglesias evangélicas y ortodoxas [afectados], sino también mezquitas islámicas se están cerrando”, explica Griffith.

Griffith dice que esta mentalidad podría ser muy perjudicial para el ministerio en las cárceles en particular. Salas de oración en las cárceles están siendo eliminadas de conformidad con las leyes, lo que podría ser perjudicial para los ministerios de la prisión de Kazajstán.

"Una gran cantidad de iglesias en realidad se forman detrás de muros de las prisiones y los presos, básicamente, tienen sus propias congregaciones tras los muros de la cárcel", explica Griffith. "Ahora parece que algunas de las salas de oración, tras estas nuevas leyes, están siendo citadas por el gobierno para cerrarlas. Y, obviamente, nos preocupa si este es el caso... es obvio que el ministerio de prisión va a ser mucho más difícil."

Pero SGA también tiene otra preocupación, en palabras de Griffith: "Se sigue viendo, ahora que viene la Navidad, simplemente de qué manera estas leyes se utilizarán para quizá afectar a los ministerios infantiles".

Los creyentes seguirán propagando el evangelio pero, según Griffith: "Nosotros aquí, como cristianos en Occidente, tenemos no sólo que seguir apoyando a nuestros hermanos kazajos, sino realmente participar a través de una oración intercesora".