Jóvenes cristianas buscan detener tráfico humano

Friday, December 16, 2011

La crisis del tráfico humano internacional a veces se esconde a plena vista. La mayoría de la población de las grandes ciudades es ignorante de las tragedias que a diario se presentan.

Ahora la historia es contada en el nuevo libro ‘”Sexo más dinero”, cuyas autoras son un grupo de jóvenes evangélicas que viajaron por el mundo y vieron de cerca esta crisis humanitaria.

“En Tailandia atravesamos el distrito rojo y fue sobrecogedor”, expresa Sarah Jo Sampson, una de las activistas anti-tráfico.

Según comenta Morgan Perry, también activista, una mañana salieron temprano a desayunar y afuera de un burdel una de las chicas, que debía tener 14 ó 15 años, había sido drogada y violada brutalmente. “Estaba casi desnuda y tirada en la calle. Yo había escuchado sobre el tráfico humano pero aún no tenía una idea concreta y al verla me dí cuenta de la esencia de lo que la ONU está hablando”, comenta Perry.

Estas mujeres y otras veinte recorrieron el mundo con el ministerio Juventud con una Misión documentando la injusticia social con sus cámaras. Al final del año resumieron los horrores que vieron con estas palabras: “Sexo más dinero”.

Ahora son parte de un movimiento abolicionista moderno, dedicado a combatir el tráfico humano. Es una causa que busca ayudar a cualquiera que esté atado a este mal.

Estas mujeres tienen planes de crear un directorio de grupos anti-tráfico, producir un documental sobre las víctimas y llevar esas historias a universidades e iglesias de todo el país.

Además tienen un mensaje para su generación: “paren de ver pornografía en Internet”, ya que según ellas la pornografía crea la demanda del tráfico.

Armadas con sus fotos, laptops y nueva información, estas jóvenes están determinadas a dejar marca y combatir este horror moderno.

“Creo que podemos hacer la diferencia pero debemos luchar y estoy más que dispuesta hasta que veamos el día en que esto termine porque no está bien que esas pequeñas niñas estén siendo violadas hoy en día”, asegura Sarah Jo Sampson.