Buque de guerra de alta velocidad sirvió de enlace para dar independencia personal a centenares de minusválidos en el país africano de Senegal, pero requirió de una extraordinaria colaboración del gobierno y grupos humanitarios para que la ayuda no se perdiera en el camino.
La HSV2 Swift, una de las naves más veloces en la fuerza naval norteamericana, participa en proyectos humanitarios a nivel mundial bajo el nombre "Operación apretón de manos".
Cuando la Swift llegó a Dakar, capital de Senegal, descargó una donación de cuatrocientas sillas de ruedas.
Jon Cassel, Director de CBN para África Occidental y quien colaboró con un hospital cristiano para entregar las sillas de ruedas en varias partes del país musulmán, dijo: “Se parece a una bicicleta. Además de ser único en este aspecto, es una silla de tres ruedas y tiene un compartimento bajo el asiento donde la gente puede llevar cosas”.
“Aunque es un país 95% musulmán aquí en Senegal, le decimos a la gente, que los donantes que arman y regalan estas sillas son cristianos, para demostrar el amor y la compasión de Jesús”.
El gobierno de Senegal, y el presidente Abdoulaye Wade, también se involucraron para asegurarse que las sillas llegaran directamente a los necesitados.
“Los directores regionales, la marina norteamericana y el gobierno de Senegal se involucraron para asegurar que se entregaran 400 sillas de rueda para los minusválidos. Esto fue extraordinario y un logro importante, y doy gracias a CBN por su liderazgo”, dijo Alassane Sene, asesor presidencial.
Las sillas son armadas por voluntarios en los Estados Unidos, en un ministerio llamado P.E.T. por sus siglas en inglés: transporte de energía personal.
“Estos hombres se reúnen un sábado, por ejemplo, en el taller de alguien. Fabrican estos vehículos de madera, consiguen llantas y componentes de bicicletas, los arman y se han hecho muy populares”, comentó Jon Cassel.
Las sillas de ruedas PET literalmente han levantado a los minusválidos del suelo en más de 80 países, ofreciéndoles independencia personal de un día para otro.
Alassane Sene dijo que “Cuando su director regional estaba en Foujoun (Fú-yun), vio a un minusválido que compraba y vendía bienes, pero pedía a otros que lo hicieran por él. Cuando recibió su silla de ruedas, fue al mercado, hizo sus compras, regresó y dijo 'ahora soy independiente”.
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