Arrancando este desafio

Azul, Buenos Aires, Sábado 8 de Mayo de 2010.


Comenzamos con una vieja inquietud, creemos que en los tiempos de la información instantánea, la iglesia adolece de comunicación que provenga de otros lugares del mundo donde también se predica el evangelio, persecución y luchas de diferentes tipos.

Desde la "NOTICIA INEDITA" nuestro deseo es recoger acontecimientos de diferentes fuentes de información, para volcarlas en esta página con el motivo de que los hermanos y amigos que accedan a ella tengan la oportunidad de conocer y orar por los que sufren y también agradecer por las bendiciones recibidas en todo el mundo.

Este es un desafío que tomamos hermanos de diferentes congregaciones unidos en un mismo deseo, poner nuestro granito de arena luchando contra la desinformación.

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En nombre del equipo de la NOTICIA INEDITA, gracias y Dios los Bendiga.

martes, 12 de octubre de 2010

Manuel Suárez: el Ministerio de Igualdad es de «imagen y propaganda» al decir que abortar «no quita la vida a un ser humano»



«El Gobierno no puede compartir la afirmación de que la interrupción del embarazo sea la eliminación de la vida de un ser humano». Son palabras de Bibiana Aído, ministra de Igualdad, que defendió en el Parlamento la tesis de que no se puede marcar el comienzo de una «vida humana» porque es «un concepto complejo» basado «en opiniones».
Una respuesta que ha levantado ampollas en el ámbito médico y científico. Para Manuel Suárez, vicepresidente de la Alianza Evangélica Española y médico, Aído intenta justificar científicamente algo «imposible de defender» con planteamientos que pertenecen «a una época medieval». El Ejecutivo de Rodríguez Zapatero defendió esta postura en una respuesta parlamentaria a un pregunta escrita destinada a Bibiana Aído y presentada el pasado 15 de abril por el diputado de UPN, Carlos Salvador.
Igualdad argumenta que el «Estado debe proteger la vida del no nacido y ello debe hacerse desde el inicio de la gestación y hasta el momento del nacimiento».
Pero como esta evidencia casa mal con la «reforma Aído», un poco más adelante, retuerce su interpretación para señalar que «abortar no supone acabar con una vida humana porque sobre el concepto de ser humano no existe una opinión unánime, una evidencia científica, ya que por vida humana nos referimos a un concepto complejo basado en ideas o creencias filosóficas, morales, sociales y, en definitiva, sometida a opiniones o preferencias personales». Ya en marzo de 2009, un grupo de casi tres mil intelectuales, catedráticos, profesores universitarios médicos y sanitarios, muchos de ellos eminencias en Biología Celular, Genética, Bioética o Microbiología como los profesores César Nombela, Nicolás Jouvé o Mónica López Barahona rubricaron el Manifiesto de Madrid considerado como «una referencia insoslayable de la opinión científica española sobre el aborto».
En su informe, los firmantes dejaron claro que «la vida humana empieza en el momento de la gestación». PREPOTENCIA Una tesis en la que insistió Manuel Suárez, médico evangélico, político y Vicepresidente de la Alianza Evangélica Española. «Creo que no le importa nada la evidencia científica», dijo Suárez de Aído, a la que además acusó de tener «una actitud prepotente» ya que «si ella está convencida de que no existe unanimidad, por lo menos en el entorno científico, cuando ésta no existe, la gente se abstiene de sentenciar y de tomar decisiones trascendentes».
Tan trascendente como la decisión «de acabar con una vida humana», advierte el médico.
Suárez explicó que «los pro-abortistas suelen huir del debate científico porque no hay mucho que discutir.
Se puede debatir fechas, pero no se puede debatir que la vida humana comienza con el cigoto. Decir otra cosa es un concepto precientífico y medieval».
En el caso de la discusión sobre el aborto, Suárez aconsejó a Aído «plantear el debate en el entorno donde mejor se maneja, en preceptos ideológicos. No debería meterse en ciencia porque tiene un gran desconocimiento», como ha demostrado en sus argumentaciones sobre este tema. Porque a pesar de la evidencia científica y de la posición firme del Manifiesto de Madrid, la ministra ya expuso en su día su opinión de que «un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no es un ser humano».
Suárez responde una vez más que «a ningún científico se le ocurre decir que el embrión forma parte del cuerpo de la mujer.
Son dos identidades desde el punto de vista orgánico perfectamente diferenciales.
Esto no es una cuestión de debate científico». Como se recordará la ley que entró en vigor el pasado 5 de julio permite el aborto libre hasta la semana 14.
Hasta el momento, nadie del Gobierno ha explicado cómo un feto de 13 semanas no es humano, pero sí lo es con 14.
«No hay separación entre embrión y feto», explica Suárez. «No hay una división entre las 12 o 14 semanas.
Nosotros le ponemos fronteras para entendernos, pero en la realidad no hay esta separación. Hay una progresión continua desde la concepción hasta la formación completa. No hay base científica para decir otra cosa», recuerda el médico.
UN DEBATE QUE SOBREPASA IDEOLOGÍAS
Para Suárez, el problema del aborto es que no se puede dejar a la simple voluntad política de turno.
«El respeto a la vida humana debe estar por encima de ideologías o agendas políticas. Debe ser motivo de búsqueda de consensos estables. No entiendo cómo puede haber diferencias de izquierda o de derecha». Además «desde una perspectiva trascendente, la vida humana es intocable desde el principio.
No entiendo cómo racionalmente no somos capaces en algo tan básico como esto llegar a un consenso», reflexiona Suárez. «Podemos hablar luego de otras cosas, pero en lo que son las bases, debería haber una concepción clara de esto».
Por otra parte, el médico criticó la posición adquirida en este asunto por el ministerio de Igualdad que, en su opinión «es un ministerio de imagen y propaganda».
«Me suena a aquello de Información y Turismo, el órgano de propaganda del régimen franquista», advierte Suárez. «La igualdad es algo tan serio que no debería dejarse en manos de alguien con tantas limitaciones como Aído.
Que diga barbaridades así lo único que hace es deteriorar la imagen de un Gobierno y un ministerio que debería ser respetable», arguye.
El departamento de Aído ha necesitado casi seis meses para contestar al miembro del Grupo Mixto. El registro del Congreso marcó a las 11.49 del pasado viernes la entrada de la respuesta a una pregunta que fue formulada el 15 de abril.
Carlos Salvador redactó su petición justo al día siguiente en que Bibiana Aído, hablando de violencia machista, asegurara en sede parlamentaria que «un país no será digno mientras una sola persona pueda sufrir maltrato». A raíz de este aserto, el diputado redactó las siguientes cuestiones lanzadas a la ministra: «¿Considera o no la eliminación de la vida de un ser humano no nacido un acto de maltrato?». Para apuntillar: «Si la acción de abortar comporta la eliminación de una vida humana, única e irrepetible, ¿en qué ética se basa su argumentación para aceptar como un derecho de la mujer, el mayor maltrato que se pueda hacer a una vida humana como es su eliminación?». El diputado, y la sociedad, ya tienen su respuesta.

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