Arrancando este desafio

Azul, Buenos Aires, Sábado 8 de Mayo de 2010.


Comenzamos con una vieja inquietud, creemos que en los tiempos de la información instantánea, la iglesia adolece de comunicación que provenga de otros lugares del mundo donde también se predica el evangelio, persecución y luchas de diferentes tipos.

Desde la "NOTICIA INEDITA" nuestro deseo es recoger acontecimientos de diferentes fuentes de información, para volcarlas en esta página con el motivo de que los hermanos y amigos que accedan a ella tengan la oportunidad de conocer y orar por los que sufren y también agradecer por las bendiciones recibidas en todo el mundo.

Este es un desafío que tomamos hermanos de diferentes congregaciones unidos en un mismo deseo, poner nuestro granito de arena luchando contra la desinformación.

Nos sentiremos muy honrados en recibir tus comentarios y aportar con noticias del lugar en que vives.

En nombre del equipo de la NOTICIA INEDITA, gracias y Dios los Bendiga.

viernes, 28 de mayo de 2010

PASTORES QUE CORREN

Pastor Richard Wurmbrand (1909-2001)

El pastor vietnamita Phan, se apresura a través de la selva con nuevos creyentes para ser bautizados. Así como Felipe, corrió hacia el etíope, en Hechos 8:30, nuestros hermanos y hermanas están corriendo para decirles a otros que hay un Dios verdadero que se preocupa por ellos.
A la edad de 15 años, Phan se convirtió en cristiano en el noreste de Vietnam. A los 24, empezó a enseñar a cristianos jóvenes como cantar himnos.
La primera tribu donde Phan comenzó a ministrar era conocida por adorar a espíritus malignos, beber, fumar y pelear.
. Las autoridades los abandonaron.

Pero cuando se hicieron cristianos y ya no molestaban a nadie, las autoridades se enojaron. Phan era constantemente interrogado por la policía.
Lo amenazaron, lo encarcelaron, le prohibieron las reuniones y forzaron a todos los creyentes en el área a restablecer altares a espíritus malignos en sus hogares. Pero en lugar de sentir temor o de abandonar la labor, Phan trajo a 50 personas nuevas al conocimiento del Señor Jesús en el 2007. En los primeros seis meses del 2008, él bautizó a 46 nuevos creyentes.
La persecución es intensa en el norte donde Phan sirve como evangelista y pastor.
El evangelismo y el comunismo no pueden existir juntos. Hay enemigos políticos, espirituales y económicos.
Como en muchos países comunistas de hoy en día, ser un evangelista es ser un criminal.
El 5 de junio del 2008, Phan y otro hermano fueron a predicar el evangelio a la provincia Ha Giang cerca de la frontera con China.
La persecución es más extrema en áreas remotas como Ha Giang ya que están muy lejos de los ojos de los turistas y negociantes internacionales.
Después del anochecer, Phan y su compañero entraron a una casa. De repente el jefe de la policía de la villa entró y cerró la puerta. Cuarenta aldeanos y ocho militares también se aparecieron.
Tres de los hijos mayores, se enrollaron las mangas, y comenzaron a amenazar con golpear a los dos hombres.
Phan oraba en silencio y recordó un versículo que le trajo paz. “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo” (Mateo 5:11).
La policía los llevó a la oficina del comité comunal, el lugar de las autoridades comunistas en cada villa, conocidas como el distrito policial. Cuando llegaron, le exigieron a Phan a firmar un reporte declarando que nunca regresaría a Ha Giang a evangelizar.
Pero Phan se rehusó.
La policía confiscó su Biblia, cuatro DVD’s de La vida de Jesús y un libro de testimonios. “No tienen derecho a confiscar mi Biblia” les dijo Phan. “Este es un libro personal para el creyente, que necesita leerlo a diario.
No quebrantamos ninguna ley, teniendo una Biblia”.
Un año más tarde, el 7 de mayo del 2009, Phan regresó a Ha Giang y fue llevado al mismo jefe de la policía.
El furioso oficial le dijo: “quebrantaste el artículo de la ley 150; usted viene aquí sin reportarlo a las autoridades locales y no tiene su identificación. Lo voy a multar con 200,000 dong ($10). Si usted no paga va a ir a prisión”.
“Phan permanece en valentía en situaciones como ésta”, dijo uno de nuestros contactos en Vietnam quien le suministra a Phan Biblias y otro tipo de ayuda.
“El no le tiene miedo a las autoridades comunistas sino que se alegra de la persecución a causa del nombre del Señor Jesucristo. El es consolado por su esposa, quien también es perseguida. Ella trabaja fuertemente para ayudar a mantener a sus hijos, y que, así su esposo pueda salir a servir al Señor constantemente. Ella continuamente lo anima a servir al Señor. Cuando la policía lo llama para interrogarlo, su esposa le dice: “no temas, el Señor es más grande que la policía.”
El pastor Phan bautiza a una mujer que ha permanecida fiel a pesar de la persecución
Nuestro contacto reporta que: “Phan sabe que alrededor suyo hay muchos hermanos y hermanas orando por el de día y de noche, parados junto a él dispuestos a luchar, a correr junto a él para el Reino del Señor. La última vez que lo vi este año, estaba estudiando la Biblia mientras comía”.
Phan continúa su carrera fielmente. Por favor siga orando, ya que sus oraciones alcanzarán a más familias para Cristo, a través de estos soldados valientes.

LA POLICÍA TRATA DE TOMAR EL
CONTROL

La Sra. Le Thi Nhung ha estado sufriendo acosos repetidamente y ataques a su casa, el cual es el único lugar de reunión para los cristianos en la villa Ong Dinh. La Sra. Nhung, detalló los ataques en contra de ella en un reporte de 12 páginas enviado al gobierno vietnamita.
El reporte cita las locaciones y fechas de los ataques, y los nombres de los policías y otras autoridades involucrados en los mismos.
También enlista los atentados en contra de cristianos para registrar las iglesias, y las leyes concernientes a la libertad religiosa en Vietnam las cuales las autoridades no respetan. Su reporte demuestra el vigor físico y espiritual de los cristianos vietnamitas:
“Mi nombre es Le Thi Nhung, y di mi casa para usarse como iglesia. Soy una ciudadana quien sigue el cristianismo, y soy una miembro de la iglesia bautista Thien Ai. A finales de diciembre del 2008, invité a un grupo de cristianos a estudiar la Biblia en mi casa. Al comienzo de febrero del 2009, la policía de la villa Ong Dinh, incluyendo a su jefe visitaron mi casa.
Preguntaron si seguíamos el cristianismo. Y yo contesté que sí.
Luego ellos entraron y tomaron notas de las mesas, sillas, versículos bíblicos, de todo en la habitación. Al día siguiente, se nos invitó a mí y a mi esposo a asistir a la oficina de la villa para hablar con la policía y el comité cultural”.
Las autoridades les pidieron a los cristianos llenar una aplicación para el lugar de adoración, el cual luego fue rechazado argumentando que una casa no es una iglesia. Por las siguientes seis semanas, la Sra. Nhung fue interrogada.
El 15 de marzo del 2009, se le dijo por medio de varios líderes de la villa y miembros comunistas que la villa no podía aceptar el cristianismo y que no se permitía el cristianismo en la villa. Cada semana los oficiales de la villa amenazan con golpear a cualquiera que vaya a la casa de la Sra. Nhung. Ellos llevaron consigo a veteranos de la armada y pandilleros para intimidar a los creyentes.
.
EL REPORTE DE LA SRA.
NHUNG CONTINÚA:

“En la mañana del 9 de abril del 2009, dos hombres de seguridad, el Sr. Toan y el Sr. Han, llegaron a mi casa diciendo que no querían molestarnos, pero tenían que recoger el número de invitados en mi casa.Cerca de las 10:30 am, la policía fue a observar si el pastor Tuan estaba ahí. Después del servicio tuvimos una comida y luego todos se fueron a sus hogares. Cerca de las 12:20 pm, cuando el pastor Tuan había caminado 600 metros de mi casa, dos pandilleros lo detuvieron y le preguntaron si él era el pastor Tuan. Después de eso lo atacaron, arrecostaron su motocicleta al suelo y lo golpearon, haciendo que su nariz y boca sangraran”.
La policía atacó de nuevo el 31 de mayo, el domingo en la mañana. Mientras la congregación adoraba, la policía forzó la entrada diciendo que habían visto a unos ladrones entrando a la casa. Confiscaron las Biblias y los himnarios, y agarraron al pastor por el cuello mientras él estaba predicando. Uno cogió la Biblia del pastor, otro torció su brazo y otro jalaba su camisa.

LA SRA. NHUNG ESCRIBIÓ:

“Arrastraron al pastor Tuan a la oficina de la policía, como una colonia de hormigas cargando comida. En el camino unos lo golpeaban mientras otros lo amenazaban con sus garrotes”.
En la estación la policía confiscó su Biblia y expulsaron al pastor de la villa. Solo una semana después, el 7 de junio, 20 hombres de la policía de la villa entraron a la iglesia mientras los cristianos estaban cantando.
“Agarraron nuestros brazos y nuestros cuellos, golpeándonos mientras nos arrastraban a la oficina de la policía. Algunos colapsaron debido a que torcieron sus brazos demasiado y los arrastraron a lo largo de la calle” dijo la Sra. Nhung.
En la oficina de la policía, los hombres y mujeres fueron separados. El pastor Tung, fue puesto en un cuarto con dos hombres de seguridad afuera de la puerta. Cinco policías lo sostenían mientras otros se paraban encima y lo golpeaban. Ellos gritaban “ahora es tiempo de cosecha pero no lo podemos hacer sino que tenemos que ir y arrestarlos”.
“La policía escribió un reporte. El pastor Duy también fue golpeado por dos policías, tanto que su nariz y boca empezaron a sangrar. Cuando la policía terminó de escribir los reportes, forzaron a los pastores Tung y Duy a firmar, amenazándolos con sus puños en alto.
En general, fuimos tratados como criminales. Todos fuimos amenazados, golpeados, e incluso algunos de los policías estaban ebrios. Cuando preguntamos porqué la policía estaba tomada cuando estaban en su labor, la Sra. Hoa, presidenta del frente patriótico de la villa, dijo que el estado no lo prohibía.
A la 13:45 , todos nosotros incluyendo nuestros invitados, fuimos sacados de la villa, siendo forzados a caminar tres kilómetros bajo el sol. Peor aún la policía se arregló con pandilleros para que ellos emboscaran a nuestros invitados una vez que estuvieran fuera de la villa”.
Cristianos de Vietnam se admiran a leer Biblias en su propio idioma, algo que es prohibido
Una vez más, a las 10 de la mañana, del domingo 21 de junio del 2009, más de 20 hombres llegaron a la iglesia y confiscaron Biblias e himnarios. Se llevaron a dos pastores a la oficina. Tres policías acosaron a la esposa del pastor Tuan, Nguyen Thi Vuong, torciendo su brazo en su espalda y confiscando su celular.
La policía nos juraba que nos iban a golpear, usando malas palabras. Dejaron que pandilleros y drogadictos nos golpearan también”. Dijo la Sra. Nhung en su reporte.
La policía amenazó al pastor Duy con cortar su garganta. El pastor Tuan fue golpeado con garrotes por más de una hora. Después de la golpiza, la policía le dio al pastor Tuan un pañuelo para que se limpiara y quitara toda evidencia de la golpiza.
La esposa del pastor Tuan, quien había perdido la conciencia, volvió en sí, la policía la cargó como un animal fuera de la villa y la dejaron en una acera”.
Aunque a los pastores se les prohibió ir a la casa de la Sra. Nhung, en la villa Ong Dinh, los cristianos ahí continúan “apurándose” a compartir las buenas nuevas. Ellos adoran en la casa de la Sra. Nhung y comparten el Evangelio con otros.

EL PASTOR QUE CORRE

Al pastor Trang se le ha llamado por otros creyentes el “Pastor que corre” debido a que corre de la policía que trata de detener su evangelización en seis provincias en el noreste de Vietnam.
Se hizo cristiano al escuchar una señal de radio evangélica de onda corta desde la FEBC a miles de millas de distancia. (La Voz de Los Mártires ha comprado miles de radios de onda corta para los cristianos en Vietnam quienes viven en áreas remotas)
El área donde el pastor Trang ministra es inmenzo. El habla seis idiomas, -cinco lenguas triviales mas el vietnamita-. Después de escuchar sobre él a traves de nuestros contactos, finalmente lo pudimos entrevistar. Seguidamente una porción de su testimonio:
“Cuando leo en las Sagradas Escrituras ‘ay de mi si no anunciare el Evangelio’ (1 Corintios 9:16), me quema el corazón y me hago la promesa que en cada oportunidad que tenga, voy a compartir el Evangelio.
En diciembre del 2007, asistí a un curso de entrenamiento bíblico secreto. Había un poster en la pared mostrando las manos traspasadas de Jesús. Mientras regresaba a mi casa, este poster permanecía en mi mente. Le quise pagar mi deuda de amor a Jesús y decidí que regresaría a Dao, donde mi gente, a predicar el Evangelio a todos aquellos que no conocen quien es Jesucristo.
El 17 de diciembre del 2007, junto a mi hermano creyente Van, visitamos la aldea Co Com, la villa Yen Lam y la provincia Quang. Viviendo en esta aldea había 50 familias quienes nunca habían escuchado el Evangelio. Compartimos con ellos por dos horas, contándoles del amor incondicional de Jesús por toda la humanidad. Que El amó tanto al mundo, que se hizo hombre y murió para pagar la deuda del pecado...de cada uno de nosotros. Ese día, seis familias aceptaron a Jescristo como su Señor y Salvador”.
Trang y Van también hablaron con el jefe de la villa y le dijeron que querían compartir el Evangelio con él. Dijo que le gustaría escucharlos pero primero tenía que hablar con el oficial de distrito. Se fue por un largo tiempo. Cuando finalmente regresó, lo hizo acompañado con seis policías.
“Nos llevaron a la estación de policía, y luego comenzaron con la interrogación. Hicieron muchas preguntas y registraron mi bolso. Ahí tenía mi agenda donde había nombres y detalles de contactos de algunos líderes de Dao. La policía dijo que no había nada y me regresaron mi bolso y mi agenda. Alabado sea el Señor.
Continuaron con su interrogación. Les dije que yo era el líder y que yo era el que estaba compartiendo el Evangelio, que mi amigo no había hecho nada. Me golpearon tan fuerte en la cabeza que caí. Luego me siguieron golpeando en mi estomago. Mientras todo esto pasaba, le oraba al Señor para que me ayudara y me diera fuerza para resistir el sufrimiento.
Nos arrestaron por una noche y nos metieron a una celda. Durante la noche, mis pensamientos regresaron al entrenamiento bíblico y al poster que había visto con las manos de Jesús traspasadas. Ahora estoy mas determinado a continuar con mi deber de predicar el evangelio, así como el apóstol Pablo dijo.
En la mañana del 18 de diciembre del 2007, nos multaron con 200,000 dong ($10), y luego nos liberaron.
En ese momento recordé el verso de Hechos 5:41-42 ‘Y ellos salieron de la presencia del concilio felices de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Y todos los días en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.’
Estos versos ayudaron al pastor Trang a continuar con su trabajo. En los primeros seis meses del 2008, comenzó seis nuevas iglesias en casas entre la tribu San Chi.
“La policía ha intentado arrestarme muchas veces, pero el Señor me ha protegido y he escapado. El 16 de diciembre del 2008, fuí a la villa Tan Tien, en el distrito de Bao Yen, en la provincia de Lao Cai.
Esta villa tiene ocho aldeas, donde viven las tribus San Chi, y quería compartir el Evangelio con ellos. El pastor local y yo llegamos ahí cerca de las 16:30. Testifiqué a la primera familia San Chi, y el jefe de la villa llegó a pedirme mi identificación.
Le dije que había ido a contarle a esta tribu sobre el amor de Dios. Que no había quebrantado ninguna ley, así que porqué quería que le mostrase mi identificación?.
Durante la discusión, ví a dos policías aparecer en la distancia.
Sabía que me iban a arrestar.
Corrí hacia la jungla. A las 4, de la mañana siguiente, cuando aún estaba oscuro, regresé donde la primera familia a seguirles testificando.
La familia aceptó a Jesucristo como su Señor. Luego seguí con la siguiente familia. También aceptaron a Jesús quien murió por ellos. Oré por estas dos familias: la familia Dang Van Mach (4 personas) y la familia Hoang Van Lau (seis personas).
Seguí con la siguiente casa cuando el sol se despertó.
No sentí paz en mi corazón, así que decidí escapar”
.
EN EL AÑO 2009, EL PASTOR TRANG REPORTA:

“Ahora atiendo y asisto a 31 iglesias en casas, con mas de 2,000 creyentes. Tengo oportunidades de testificar y predicar el Evangelio a las tribus Dao, Nung, Tay, Hmong y San Chi. Mi coordinador me dijo que tengo un ministerio que “corre”. Si, sigo corriendo por mi Señor Jesucristo”.
El pastor Trang ha aprendido cuanto tiempo quedarse y cuando es tiempo de correr. Y ha aprendido a correr hacia otros para contarles las Buenas Nuevas de Jesucristo.
A pesar de la persecución, nuestros hermanos y hermanas, estos nuevos revolucionarios, con su amor ágape, están corriendo con el Evangelio.
Corramos juntamente con ellos.

Fundadores: Pastores Richard y Sabina Wurmbrand
Director en Argentina: Alberto Palnau

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