Vietnam: Cristianos no temen persecución

Tuesday, May 03, 2011

La organización Human Rights Watch está pidiendo al Departamento de Estado de los Estados Unidos que ponga a Vietnam de vuelta en la lista de países violadores de los derechos humanos. La agrupación denuncia abusos a cristianos tribales en áreas rurales.

Las puertas de la prisión Hoa lo hoy permanecen abiertas. Los prisioneros de guerra estadounidenses sarcásticamente la llamaron el “Hilton de Hanoi”. Aquí fueron brutalmente torturados, interrogados y obligados a confesar. Sin embargo este hecho queda fuera de los videos y relatos históricos en los museos vietnamitas. Incluso con la larga historia de guerra y sufrimiento del país, hay poco que mostrar en la superficie.

Los vietnamitas están bajo la garra de un sistema unipartidista que controla todas las áreas de sus vidas - incluyendo su fe.

Entre críticas, el gobierno vietnamita ha hecho esfuerzos por mejorar su reputación al permitir que iglesias cristianas como ésta sean registradas. El problema es que cuando eso ocurre, los creyentes pierden el control de cuándo reunirse, cuán a menudo y quien es su pastor.

Cristianos subterráneos

Por eso muchos cristianos se vuelven subterráneos. Este sitio es un refugio secreto para creyentes del área con más persecución de Vietnam – la región montañosa. Vienen a orar juntos y estudiar la Biblia.

Ellos son de diversas tribus - algunos analfabetas, algunos ex adictos, algunos fueron médicos brujos. Cada uno tuvo un encuentro con dios que cambió el curso de sus vidas. Y ahora quieren aprender sobre él.

También comparten la experiencia de persecución religiosa. Hemos ocultado sus identidades para su protección – la amenaza de arresto o algo peor es muy real.

Uno de los hombres, llamado Kahn, nos muestra cómo policías lo arrestaron y luego le colgaron de sus pulgares: “Me llevaron a la estación y me torturaron. Usaron algo para atar mi pulgar y uno de mis dedos del pie y me colgaron en la pared durante tres horas”.

Hasta hace 15 años, el cristianismo era desconocido en ciertas tribus. Hoy, los residentes de las áreas tribales conforman la iglesia de más rápido crecimiento en Vietnam.

Seguir a Cristo ha significado mucho problema para Minh. El practicó el culto a los ídolos toda su vida, pero enfermó y no podía encontrar cura.

"En marzo del año pasado, enfermé y no tenía dinero suficiente para comprar el sacrificio a los dioses, así que pedí a uno de los cristianos que orara por mí y Dios me sanó. Desde entonces, me odian porque ya no hago sacrificios. Intento explicarles que Dios es un Dios de amor y quiere salvarnos."

El destruyó sus ídolos lo que enfureció a muchos en su comunidad. También fue brutalmente golpeado por la policía. Pero él no está luchando, en cambio, se está equipando para enseñar y predicar la salvación y el amor que ha encontrado.

Perseguidos por evangelizar

Al estudiar la Biblia estos cristianos descubren que ser perseguidos por seguir a Jesús no es nuevo. Pedro ha sido arrestado varias veces por salir a predicar, pero él no se detiene.

Pedro, un cristiano perseguido comenta: "El Gobierno dice que hay libertad de religión, pero en realidad hay mucha persecución entre los cristianos y otras tribus. Pero siempre tengo libertad, porque no importa lo que nos permitan o no. Haré lo que me soy llamado a hacer."

Le preguntamos por qué son tan perseguidos mientras que otras iglesias en el mundo no son: “Creo que una de las razones por las que no son perseguidos es porque no envían gente a evangelizar. La razón por la que nosotros somos perseguidos es porque somos activos y estamos enviando gente a evangelizar”.

Todd Nettleton dice que la persecución religiosa es una amenaza común en las historias que documenta la Voz de los Mártires: “Al conversar con ellos sobre persecución, se sorprenden que les preguntemos, porque para ellos es normal. Es lo que significa seguir a Cristo. Varios dice, ‘Cristo sufrió, así que si nosotros le seguimos entonces sufriremos también’”.

Lo que pase con la iglesia de Vietnam es incierto. Mientras el gobierno sigue enfrentando presión desde el exterior, podrían venir más libertades. Pero los vietnamitas no contienen la respiración. Ellos están hablando no sólo por sus derechos, sino por su fe y el dios que aman aunque les cueste la vida.

Cortesía: 100 Huntley Street Canada/ Voz de los Mártires

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