En la primera década del siglo XXI se han realizado dos grandes descubrimientos relacionados con el desarrollo de la escritura, datados por los investigadores en tiempos de la monarquía unida de Israel, que aportan información histórica de acuerdo con la proporcionada en la Biblia.
Los descubrimientos tuvieron lugar en la frontera filistea con Israel, en los emplazamientos de Khirbet Qeiyafa, que veremos en el presente artículo, y Tel Zayit (que analizaremos el domingo próximo). Estos hallazgos, junto con el realizado en Gezer un siglo antes, nos muestran a lo largo del siglo X aC., los primeros pasos de una escritura proto-cananea (fenicia) que evoluciona hacia su vertiente paleo-hebrea.
Khirbet Qeiyafa está situada en la alta Sefela, sobre una colina que bordea el valle de Elá, en la ruta natural de acceso desde la llanura costera a Jerusalén, entre Azecá y Soco, a unos 10 kilómetros de la filistea ciudad de Gat. Es la ubicación donde el relato bíblico de 1 Samuel 17 sitúa el enfrentamiento de David y Goliat.
Los arqueólogos Yosef Garfinkel y Saar Ganor iniciaron las excavaciones en Khirbet Qeiyafa durante agosto de 2007 y, desde entonces, han desenterrado una ciudad fortificada del tiempo del rey David. Su muralla de 4 metros de ancho es del tipo casamatas (dos muros paralelos, unidos por muros transversales, formando compartimentos) con dos puertas, por las que sus excavadores, entre otros datos, la identificancon la ciudad bíblica de Saaraim (1 Samuel 17:52), ya que este nombre significa en hebreo dos puertas.
Durante la temporada de excavación de 2008, se halló un ostracon en uno de los edificios anexos a la puerta occidental de la ciudad. El ostracon tiene una inscripción de cinco líneas, separadas por trazos y escritas con tinta.
Se han intentado recuperar las partes ilegibles a través de imágenes espectrales de alta resolución, pero su alto deterioro impide actualmente leer todo el texto.
No obstante, en el informe final de las dos primeras temporadas de los trabajos arqueológicos, realizado a finales de 2009, el paleógrafo del equipo de excavación, Haggai Misgav, y los expertos epigrafistas consultados, la Dra. Ada Yardeni, y los profesores Shmuel Ahituv y Aarón Demsky, indicaron que el texto tiene continuidad de sentido y un fondo hebreo.
Comienza con instrucciones en el ámbito judicial o ético y concluye con palabras relacionadas con la política o gobierno.
Khirbet Qeiyafa nos da a conocer una ciudad israelita, según la cerámica encontrada y los restos de huesos de animales entre los que se excluye el cerdo. Es datada de forma fiable, entre finales del siglo XI, y principios del X aC., según indica Cristóbal Bronk Ramsey, de la Universidad de Oxford, donde se realizaron los análisis de radiocarbono.
Asimismo, se puede considerar que muestra la existencia de un estado organizado que, de acuerdo con el texto bíblico, correspondería a la monarquía unida de Israel. Pues en ella observamos:
- Una ciudad fortificada que, con puerta defensiva de cuatro cámaras, controlaba la frontera con uno de sus principales enemigos (los filisteos).
- La infraestructura empleada en su construcción (según sus excavadores 200.000 toneladas de roca) solo es posible a través de los medios de una institución superior y no de un asentamiento rural.
- El uso de la escritura en una ciudad periférica de un reino, indica la existencia de administradores y escribas y, por tanto, la utilización de ella como medio de comunicación en el siglo X aC. en Israel.
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