Friday, October 14, 2011Para muchos cristianos, el precio de su fe en Dios puede ser la muerte; sin embargo, un grupo de derechos humanos está llevando a cabo una ofensiva aérea destinada a animar a los creyentes secretos en Corea del Norte.
Antes de la puesta del sol, un vehículo con cristianos de Seúl se dirige al norte.
“Lo que hacemos nos pondría en problemas”, dijo Peter, quien utiliza un seudónimo para proteger su identidad.
Un grupo de creyentes se enrumban a unos seis kilómetros de la frontera norcoreana, cerca de la zona desmilitarizada, uno de los puntos más fortificados y peligrosos de la tierra. Un millón de soldados armados están en el lado norcoreano y el sur tiene otros tantos.
“Un leve cambio en la dirección del viento podría terminar la misión”.
La misión se llama "Diente de León”
“Iniciamos en 1991 y como el diente de león necesita el viento para esparcir sus semillas, necesitamos que el viento esparza el mensaje”, indicó Peter.
Ese mensaje es la Palabra de Dios impresa en coreano en miles de globos color naranja; Siendo casi imposible llevar Biblias a Norcorea, los globos se convierten en una de las maneras más efectivas de compartir el evangelio.
Un tanque en el vehículo llena los globos de helio, mientras el equipo trabaja rápido atento siempre a la dirección del viento.
Después de oración susurrada se sueltan los globos que en minutos surcan los cielos de Corea del Norte.
“Al enviar estos globos le decimos a nuestros hermanos norcoreanos que estamos orando por ellos, y las escrituras en los globos son para animarles”, expreso una de las mujeres del equipo.
Las oraciones comienzan en este lugar escondido en Seúl. Cada semana desde 1991, Oh Mo Duk, de 78 años, y otros cuantos creyentes, preparan cada globo para su vuelo a Corea del Norte.
“Nací en Corea del Norte. Esta es mi manera de llevar el evangelio a mis paisanos”. Oh Mo Duk.
Los globos funcionan con un hueco por donde meten el helio, lo sellan con cinta, y luego sube a los cielos de Corea del Norte.
“El helio va saliendo del globo y al rato cae a tierra. Y cuando alguien lo recoja podrá leer los 16 capítulos del evangelio de Marcos”.
Además de los globos, el grupo de Peter graba un programa de radio semanal en Seúl, y lo transmite por frecuencias de onda media y corta a Corea del Norte.
“La transmisión de radio es como un servicio normal de iglesia con alabanza y predicación. El gobierno de Norcorea trata de bloquear nuestra señal pero tenemos otros métodos para enviar el mensaje”, dijo el coordinador de transmisiones.
Cundo un norcoreano acepta a Jesucristo, él o ella enfrentará la persecución, prisión, y posiblemente la muerte a causa de su fe.
El Dr. Lim Chang Ho de la Universidad de Kosin, dice que “Basado en datos recogidos de refugiados norcoreanos y de grupos de derechos humanos internacionales, estimamos que hay aproximadamente 30 mil cristianos detenidos en campamentos para presos políticos y diez mil cristianos secretos escondidos en todo el país”.
El equipo de Peter sigue soltando centenares de globos desde varios lugares.
“A menudo los vientos cambian de repente y tenemos que esperar. A veces regresamos el día siguiente, pero persistimos. Hay vidas en juego. Seguiremos haciendo esto y seguiremos orando hasta que Corea del Norte sea libre y los cristianos puedan adorar a Jesucristo sin miedo”, finalizó Peter.
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