Arrancando este desafio

Azul, Buenos Aires, Sábado 8 de Mayo de 2010.


Comenzamos con una vieja inquietud, creemos que en los tiempos de la información instantánea, la iglesia adolece de comunicación que provenga de otros lugares del mundo donde también se predica el evangelio, persecución y luchas de diferentes tipos.

Desde la "NOTICIA INEDITA" nuestro deseo es recoger acontecimientos de diferentes fuentes de información, para volcarlas en esta página con el motivo de que los hermanos y amigos que accedan a ella tengan la oportunidad de conocer y orar por los que sufren y también agradecer por las bendiciones recibidas en todo el mundo.

Este es un desafío que tomamos hermanos de diferentes congregaciones unidos en un mismo deseo, poner nuestro granito de arena luchando contra la desinformación.

Nos sentiremos muy honrados en recibir tus comentarios y aportar con noticias del lugar en que vives.

En nombre del equipo de la NOTICIA INEDITA, gracias y Dios los Bendiga.

viernes, 21 de enero de 2011

Jánuca: ‘Un gran milagro ocurrió aquí’


JERUSALÉN, Israel – Desde el momento que son lo suficientemente grandes como para poder girar un 'dreidel' (perinola) de Jánuca, los niños israelíes aprenden que “un gran milagro ocurrió aquí”.

Jánuca celebra la victoria de un reducido grupo de combatientes judíos, liderados por Judas Macabeo, sobre el ejército de Siria, y la subsecuente re-dedicación del Templo.

El gran milagro, recordado con el encendido de la 'januquía' (candelabro de nueve brazos), ocurrió justo aquí, en Jerusalén, en 165 A.C.

Dos años antes, los ejércitos del cruel rey asirio, Antíoco IV Epífanes, profanaron el Templo Judío erigiendo una estatua de Zeus y sacrificando cerdos en su altar. El rey pagano también prohibió la circuncisión y otras observancias judías.

Tras derrotar a los sirios, los judíos purificaron el Templo Santo y re-dedicaron el altar profanado. Según la historia, tenían aceite consagrado para iluminar el candelabro del Templo sólo durante un día. Pero milagrosamente, el aceite duró ocho días hasta que más aceite pudo ser preparado.

Casi 2.200 años más tarde, algunas cosas no han cambiado. Hoy, los enemigos de Israel, no menos determinados que aquellos del pasado, preparan armas nucleares, químicas y biológicas para aniquilar a los judíos.

La semana pasada, la inteligencia militar israelí informó que Hamas, la facción palestina que controla la Franja de Gaza, ha incrementado ampliamente su arsenal de armas, que incluyen misiles iraníes de largo alcance, contrabandeados a través de cientos de túneles excavados bajo la frontera con Egipto.

Pero el mismo Dios que libró a los judíos de Antíoco Epífanes 2.200 años atrás aún protege a esta pequeña nación.

El pueblo judío comprende menos del uno por ciento de la población mundial. Pero Dios no escogió a la nación de Israel por ser grande entre las naciones.

“Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos”. (Deuteronomio 7:6-7, Reina Valera 1960)

Mientras Israel aún debe cumplir su llamado divino de ser “luz entre las naciones”, Janucá, el Festival de las Luces, nos recuerda que un día, el pueblo judío cumplirá su destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario..